Díaz juega con los empleados del SEPE: aplaza otra vez la reunión clave y crece la amenaza de huelga
La reunión clave exigida por las tres centrales sindicales del Servicio Público Estatal de Empleo (SEPE) con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha vuelto a retrasar por segunda vez, lo que aumenta las opciones de que los sindicatos acaben convocando finalmente una huelga en el organismo, extremo que no descartan. No sólo porque la ministra no haya respondido a su petición y haya delegado la cita clave en el director del SEPE, Gerardo Gutierrez, sino porque la reunión ha pasado ahora a fijarse para el próximo 23 de noviembre.
Los sindicatos enviaron una carta a la ministra a finales de septiembre pasado exigiéndole una reunión para acordar directamente con ella las soluciones que acaben con el atasco que todavía existe en el organismo, encargado de gestionar numerosas prestaciones a los ciudadanos, incluidos los ERTE. En la misiva le pedían un encuentro y, de no acceder personalmente a ello, no descartaban ya rotundamente como meses atrás la opción de convocar una huelga en el organismo.
La ministra, pese a ser de Podemos, obvió a los trabajadores y dio la callada por respuesta, dejando el caso en el director del SEPE. Gutiérrez les citó en un primer momento para el 10 de noviembre, casi dos meses después de enviar la carta a Díaz. Ese día la reunión fue cancelada y se traspasó al 19. Y, de nuevo, el encuentro clave no será este viernes, sino que se ha vuelto a cancelar y aplazar hasta el próximo 23 de noviembre.
El enfado entre los trabajadores va en aumento con la actitud de la ministra y los retrasos en una reunión clave para los sindicatos. «Es increíble que el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, se haya reunido tres veces con los sindicatos de los organismos de sus ministerios y la nuestra no nos quiera ver», explican fuentes sindicales.
«Vamos a ver qué se nos dice en esa reunión de los problemas que tenemos y que hemos planteado. Y dependiendo de las soluciones que se nos planteen, así actuaremos. ¿Huelga? Veremos», explican fuentes del CSIF, el sindicato mayoritario del organismo.
Falta personal, horas extra…
El problema principal del organismo es el atasco que acumula en la gestión de las prestaciones para los ciudadanos, que alcanza los dos meses en zonas como Madrid o Barcelona. Eso es debido a la falta de personal, por las jubilaciones que no se han repuesto y por la decisión de la ministra de no renovar a los 1.500 interinos que contrató como refuerzo para los ERTE. En diciembre saldrán del SEPE los 500 que todavía no han salido del organismo. «En los últimos diez años se han perdido 3.400 efectivos», decían los sindicatos en la carta.
Además, está lo de las horas extra. Los trabajadores han realizado horas extra en casa para poder sacar adelante los expedientes y agilizar el pago de las prestaciones a los afectados por los ERTE. Pero el pago de esas horas se ha retrasado por Hacienda y, actualmente, se ha vuelto a pedir un presupuesto extra para una nueva partida de horas extra, que está en el aire.